Corrección Metabólica:
Los medicamentos de la medicina convencional por lo general alivian o quitan los síntomas de las enfermedades y no corrigen la causa por la cual existe dicha enfermedad.

Nuestro objetivo es corregir las deficiencias metabólicas que causan las distintas enfermedades. Al corregir estas deficiencias procuramos mejorar el funcionamiento de nuestro cuerpo, prevenir futuros daños y a veces hasta revertir condiciones. Para lograr esta corrección metabólica realizamos varias pruebas de laboratorios y combinamos dieta, desintoxicación y suplementación con vitaminas y micronutrientes en forma oral, intravenosa e intramuscular.
Nutrición IV:
Es verdad que la mejor manera de nutrir el cuerpo es con una dieta rica en vitaminas y minerales, sin embargo, los alimentos no siempre son los mejores, olvidamos tomar agua, y muchos de nosotros consumimos muchas bebidas alcohólicas, trabajamos más y dormimos poco. El cuerpo no absorbe una gran parte de los fluidos, vitaminas y antioxidantes que se toman de forma oral —entre el 70 y el 80%— y nunca llegan al torrente sanguíneo, allí donde son biológicamente efectivos.

Asegurar una vida llena de salud y bienestar es el mejor objetivo de la ciencia médica; y la terapia de nutrición IV es de gran utilidad para alcanzar dicho objetivo. Los tratamientos intravenosos de vitaminas llegan al mundo justo en una época en que condiciones como el estrés, enfermedades médicas o intolerancias a la comida inhiben la absorción de sustancias importantes –como el calcio, magnesio, zinc, selenio, complejos B, ácido fólico, glutatión o biotina– y casi siempre estamos en deficiencia.

Nuestras soluciones intravenosas, al ir directamente al torrente sanguíneo, se absorben al 100%; permitiendo así una hidratación intracelular más adecuada. De esta manera se evitan también los efectos gastrointestinales que causan algunos de estos nutrientes. Esta terapia IV es sobre todo una terapia preventiva para evitar terminar en hospitales eventualmente, aunque en muchas ocasiones ayuda a mejorar los síntomas de ciertas condiciones mejorando de esta manera nuestra calidad de vida.

La terapia nutricional IV no es para todo el mundo y se debe usar discriminatoriamente y con precaución, bajo la supervisión de un profesional. Ninguna terapia médica está libre de complicaciones, errores intrínsecos del ser humano o posibles complicaciones que surjan por reacciones alérgicas. Algunas infusiones podrían causar hipoglicemia (azúcar baja en sangre) de forma transitoria por lo que el paciente debe ingerir una comida 1 a 3 horas antes de la infusión.
Cócteles de Infusión IV:
1Hidratación Básica
No permita que la deshidratación crónica afecte su salud y su sensación de bienestar.
2Antiviral Básico
¿Temporada de resfriados? Fortalece tu sistema para que los síntomas sean mínimos y hasta evitar enfermarte. Si ha estado considerando la terapia de infusión intravenosa y está buscando un enfoque para “cubrir todas las bases” ésta es la opción para usted.
3Antiviral Plus
Te ayuda a sentirte mejor rápidamente cuando estas con un resfriado o gripe.
4Superior Inmune
Suero de Bienestar: re-hidrata, repone vitaminas y minerales esenciales, eleva el sistema inmunológico, desintoxica el cuerpo, limpia órganos vitales.
5"Hangover" Básico
¿Pagando el precio por ser el alma de la fiesta? Este IV te hará sentir mejor rápidamente.
6Myer Básico
El cóctel Myer fue desarrollado por el Dr. John Myers en la década de 1960 y se ha demostrado que mejora muchas condiciones, incluyendo: asma, migrañas, fatiga, fibromialgia, espasmos musculares, sinusitis, alergias, fatiga suprarrenal y enfermedades cardiovasculares.
7Myer Plus
El cóctel Myer con la adición de otros aminoácidos para una recuperación más rápida.
8Recuperación & Rendimiento
¡Rehidrata, reconstruye y recupera energía! Extinga rápidamente el dolor y la fatiga de los eventos atléticos intensos de cualquier tipo. Ideal también para antes del evento para una mejor actuación y mayor rendimiento.
9Radiante (piel, pelo & uñas)
Una piel más hermosa y brillante está a sólo un IV de distancia.
10Rejuvenecimiento
Re-hidrata, revierte los efectos nocivos de los radicales libres, rejuvenece la piel, limpia los órganos vitales.
11Vitamina C
La Vitamina C ayuda a prevenir infecciones, promueve la función óptima del sistema inmune y protege las células del daño de los radicales libres. Se requiere para que el cuerpo construya colágeno. Se ha comprobado que la vitamina C acorta la duración de los virus y las infecciones
''Shots'' de Infusión IV:
1Glutatión
El principal antioxidante de las células. Combate el estrés oxidativo y los radicales libres que causan enfermedades y degradación de tejidos. Ayuda a reducir daños en el tejido epidérmico, disminuye la inflamación y restaura el colágeno a la piel.
2Control de Peso
Inyección metabólica: desintoxicante, aumenta la producción de glóbulos rojos, ayuda a regular los ciclos del sueño, apetito y estado de ánimo. Ayuda al sistema inmunológico y eleva el metabolismo para bajar de peso naturalmente.
3Vitamina B12
Inyección que aumenta la energía naturalmente, incrementa la producción de glóbulos rojos, ayuda a regular los ciclos del sueño, apetito y el estado de ánimo. Ayuda al sistema inmunológico.
Otras preparaciones personalizadas disponibles luego de evaluación médica.
¿Por qué usar Nutrición IV?
1Oxidación celular y el estrés oxidativo
La respiración celular es el proceso por el cual las células degradan las moléculas de alimento para obtener energía (ATP). El 95 % del ATP producido se genera, en la mitocondria.

La mitocondria presenta una paradoja: no solamente son la mayor productora de ATP (la fuente de energía) de las células, si no que también son la mayor fuente de producción de radicales libres. Cuando las mitocondrias producen el ATP que nuestro cuerpo necesita para funcionar, también produce los radicales libres que dañan y envejecen nuestro cuerpo. Estos radicales libres son átomos que cuentan con un electrón desparejado en su composición, y para intentar conseguir estabilidad, roban electrones a otros átomos que, a su vez, pasan a convertirse así en radicales libres. Esta reacción en cadena provoca la destrucción de las células, de manera que los radicales libres son uno de los principales responsables del envejecimiento prematuro y de la aparición de enfermedades degenerativas tales como arteriosclerosis, diabetes, cáncer, cataratas, patologías inflamatorias o alzhéimer. No obstante, tener una pequeña cantidad es totalmente normal y no supone ningún riesgo para la salud, ya que el organismo dispone de los medios necesarios para mantenerlos bajo control. El problema viene cuando esos pocos radicales libres generan otros nuevos y el número comienza a crecer hasta tal punto que nuestras defensas antioxidantes se ven superadas. Entramos entonces en un estado peligroso para la integridad de la célula que pone en riesgo su propia vida: el estrés oxidativo.
2Antioxidantes y radicales libres: enemigos eternos
El exceso de radicales libres causa en un desequilibrio en las únicas sustancias capaces de contrarrestar su número: los antioxidantes.

Los antioxidantes forman, junto con el sistema inmunitario, las dos líneas de defensas naturales de nuestro organismo. Son sustancias activas entre las que se pueden encontrar enzimas, vitaminas, minerales, fitonutrientes y productos naturales. Su misión es la de donar desinteresadamente el electrón que necesita el radical libre para conseguir su ansiada estabilidad y así neutralizarlo, evitando que circulen libremente por el organismo y su perjudicial efecto sobre la salud.

Antioxidantes y radicales libres son pues fuerzas antagónicas en una eterna lucha de la cual depende la vida de la célula. Y cuando los radicales libres comienzan a ganar esa batalla, la insuficiencia de antioxidantes debe ser compensada, bien por el propio organismo o por ayuda exterior. Veamos cómo prepara nuestro cuerpo las líneas de defensa antioxidante contra los radicales libres.
3Sistemas de defensa antioxidante
Nuestro organismo dispone de de dos formas naturales de combatir el exceso de radicales libres y el estrés oxidativo que provocan:
1. Forma endógena, a través de una serie de sistemas enzimáticos presentes en el cuerpo humano. Algunas de las enzimas más conocidas y estudiadas son la superóxido dismutasa (SOD), la glutation peroxidasa (GPx), la catalasa o la tiorredoxina (TRX), entre otras.
A pesar de ser bastante efectivas, normalmente las defensas naturales endógenas necesitan del apoyo de sustancias antioxidantes exógenas para poder neutralizar el mayor número de radicales libres posibles.
2. Forma exógena, es decir, desde el exterior, a través de antioxidantes dietéticos presentes en los alimentos y los complementos nutricionales. Son sustancias que forman parte de los alimentos cotidianos y pueden prevenir los efectos adversos de especies reactivas de oxígeno sobre las funciones fisiológicas normales de los humanos.

Estas sustancias antioxidantes se encuentran principalmente en el mundo vegetal, por lo que la primera recomendación para combatir el exceso de radicales libres y sus nefastas consecuencias para la salud será aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal en detrimento de los de origen animal.
4Antioxidantes vegetales: el poder de las plantas
Una vez más, la naturaleza nos ofrece todo el poder preventivo y curativo de las plantas con un propósito saludable: luchar contra el envejecimiento prematuro y contra las enfermedades degenerativas provocadas por el exceso de radicales libres. Son muchos los antioxidantes de origen vegetal presentes en los alimentos.

Entre ellos, destacan los siguientes:
• Flavonoides: como los antocianidinas de las frutas rojas-moradas (fresas, moras, arándanos, granada, papaya), los citroflavonoides de los cítricos (naranja, limón, pomelo) o las catequinas del té verde.
• Los taninos presentes en las uvas o en el vino tinto.
• Las isoflavonas (genisteína, daidzeína) presentes en la soja, las semillas de linaza o el centeno.
• Betacarotenos: pigmentos naturales capaces de convertirse en vitamina A cuando esta es requerida para alguna de sus funciones, entre ellas, la función antioxidante. Se encuentra en alimentos como la zanahoria, la calabaza, el melón, el mango, las espinacas o el alga espirulina.
• La vitamina E: presente en el aceite de oliva virgen y otros aceites vegetales, aguacates, frutos secos o el alga espirulina.
• La vitamina C: presente en los cítricos, el tomate, el pimiento, frutas tropicales (guayaba, papaya), espinacas, brócoli, soja fresca, uvas o el alga espirulina.
• El mineral selenio: presente en algunos frutos secos o en el coco.
• El mineral zinc: presente en el germen de trigo, los frutos secos o los cereales de grano completo.

Como podemos ver, los alimentos de origen vegetal nos ofrecen una amplia oferta de antioxidantes con excelentes propiedades. Sin embargo, su consumo suele ser bastante bajo y muchos de ellos ya no contienen las cantidades de vitaminas, minerales y fitonutrientes esperadas dada la deficiente calidad del suelo por la sobreexplotación. Es entonces cuando los complementos nutricionales de acción antioxidante se convierten en un aliado esencial frente a la creciente amenaza de los radicales libres.
5Complementos nutricionales: ¿cuándo empezar la batalla y qué armas usar?
Realmente no hay una edad en concreto a partir de la cual deberíamos empezar a tomar complementos antioxidantes. Depende del grado de envejecimiento y los factores de riesgo (tabaquismo, estrés, tomar mucho el sol, vivir en zonas con alta polución…) a los que estemos expuestos. Aunque, por línea general, a partir de los 35 años casi todos deberíamos tomar algún suplemento. La categoría de los antioxidantes es una de las que mayor oferta presenta en el mercado de los complementos. Esto hace que la elección de un producto en concreto sea aún más complicada.

Para facilitarnos dicha labor, es conveniente tener en cuenta una serie de factores:
• La selección de las materias primas que forman el compuesto.
• La dosificación de las materias primas, es decir, el porcentaje de las mismas o de sus principios activos con capacidad antioxidante que contiene el producto.
• El valor ORAC, es un índice que mide la cantidad total de sustancias antioxidantes contenidas en un alimento o suplemento. La USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) recomienda un mínimo entre los 3.000-5.000 unidades de ORAC para contrarrestar el efecto nocivo del exceso de radicales libres.
• Que los complementos cumplan con las Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) como garantía de seguridad y buena calidad en la elaboración.
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